La Dra. Itziar Marzana es Responsable del área extraanalítica de la Unidad de Gestión de Laboratorios en el Hospital de Cruces, Baracaldo, y ha puesto a punto procesos novedosos de automatización en la fase preanalítica.
La Dra. Marzana intervendrá en el Workshop que Akralab patrocina el 17 de Noviembre en LABCLIN (el IX Congreso Nacional del Laboratorio Clínico) y queremos aprovechar para entrevistarla y conseguir un avance de lo que será su intervención.
Dra. Marzana, en los últimos años se ha dado mucha trascendencia a los cuidados centrados en el paciente. ¿Cómo puede contribuir el laboratorio, y en concreto la fase pre analítica en la seguridad del paciente?
Actualmente los sistemas de la calidad de los laboratorios clínicos van dirigidos a la mejora de la seguridad del paciente mediante la reducción de riesgos potenciales. Surge de este modo la necesidad de efectuar una gestión de los mismos, definiendo mapas de procesos y de riesgos, poniendo de manifiesto los posibles modos de fallo y actuando frente a ellos, e implantando indicadores que permitan monitorizar.
En las últimas décadas hemos asistido a una importante mejora de la calidad de la fase analítica, conseguida mediante la implicación de la industria del diagnostico in vitro junto con los profesionales del laboratorio, y la instauración sistemática de programas de control de calidad interno y externo. Teniendo en cuenta que es en la fase pre analítica donde mayor porcentaje de errores se producen, es ahora donde se precisa concentrar más esfuerzos, representando la gestión del riesgo y la minimización de los errores, una gran oportunidad en la mejora del proceso analítico completo.
Parece una tendencia creciente hablar de Indicadores de Calidad en Preanalítica. No sólo basta con reducir los errores, sino ser capaz de identificar los puntos críticos del proceso y establecer un plan continuo de mejora. ¿Cree usted que esto servirá como un nuevo impulso que ayude a competir por la excelencia en los hospitales públicos?
El aseguramiento de la calidad de la fase Pre analítica se basa fundamentalmente en la detección y registro de los errores producidos, y en el diseño y seguimiento de los indicadores de la calidad básicos de los procesos preanalíticos. Por supuesto con el fin de monitorizar y garantizar las especificaciones de la calidad definidas por el laboratorio, y priorizando el impacto sobre la seguridad del paciente.
La Norma ISO 15189: 2013 refiere que “el laboratorio debe establecer indicadores de la calidad para realizar el seguimiento y evaluar el desempeño,observando los aspectos críticos de los procesos preanalíticos, análiticos y posanalíticos”.
Se están realizando muchos esfuerzos internacionales a través de grupos de IFCC y EFLM en la definición de indicadores y especificaciones de la calidad comunes, con el objetivo de utilizarse como benchmarking entre diferentes laboratorios en el mundo, y promover la reducción de errores en el proceso total de análisis, la mejora de la calidad y la seguridad del paciente.
Considerando el etiquetaje centralizado de tubos de vacío un ejemplo de automatización en pre-analítica, querríamos conocer su opinión respecto a ciertos Hospitales de gran número de camas que expresan su rechazo a su adopción porque les resta flexibilidad. ¿Qué opinión le sugiere ésta posición?
La idea de proporcionar a las diferentes Unidades de Extracción los tubos necesarios para la solicitud requerida y además identificados, bajo mi punto de vista aporta grandes ventajas en cuanto a minimizar los errores de identificación y los debidos al tipo y cantidad de muestra. La limitación, sobre todo en grandes organizaciones puede surgir por los recursos necesarios, un número elevado de equipos requeridos si se desea implantarlos descentralizadamente, lo que implica gran coste y esfuerzos de mantenimiento.
En nuestro hospital la Unidad Preanalítica del laboratorio es responsable de la preparación de tubos para las extracciones ambulatorias en la Unidad de Extracciones del hospital y las Unidades de hospitalización, que en este caso son preparados al final de la jornada de mañana, una vez que las peticiones para la primera hora del día siguiente han sido efectuadas, distribuyéndose inmediatamente a dichas Unidades. Éste sistema cubre a diario aproximadamente el porcentaje de las extracciones procedentes de la hospitalización. Los equipos trabajan conectados al SIL del laboratorio y a un sistema informático que proporciona el número de identificación de la petición y tubos.
Y para terminar, ¿qué estrategias considera indispensables para la mejora de los procesos preanalíticos y qué papel juega la automatización?
Pienso que las estrategias deben dirigirse hacia tres aspectos básicos: la seguridad del paciente, los requisitos de la Norma ISO 15189:2013 y las recomendaciones de los organismos internacionales.
Seguridad del paciente. Respecto a éste primer aspecto, y en síntesis, pasaría por aplicar nuevos modelos de gestión de la calidad orientados a paciente que incluyan el proceso completo, desde la solicitud de pruebas a la interpretación de resultados y toma de decisiones, identificando riesgos y detectando errores.
En cuanto al segundo, la Norma ISO 15189 establece una serie de requisitos como la inclusión de todas las fases del proceso en el sistema de gestión de la calidad, el establecimiento de indicadores, procedimientos documentados, la trazabilidad, la participación de programas de evaluación externa de la calidad.
Los organismos internacionales están liderando proyectos de armonización que como aspectos clave incluyen la utilización de guías clínicas basadas en la evidencia, recomendaciones para minimizar el impacto de la fase preanalítica, propuesta de indicadores y especificaciones de la calidad, estandarización de procedimientos relevantes como la obtención de muestras, identificación del paciente y muestras, etc.
La automatización juega un papel clave en la fase preanalítica con el objetivo de uniformizar y reducir la elevada variabilidad y carácter manual de los procesos y para obtener su trazabilidad. Es por este motivo que los fabricantes y usuarios están focalizando mayor interés en esta fase, una vez obtenido un nivel de desarrollo mayor en los equipos analíticos.
El desarrollo de los sistemas de información y petición electrónica está significando un gran avance en cuanto a la solicitud de pruebas e información asociada. La identificación del paciente mediante dispositivos que lo asocian automáticamente a los códigos de barra de la solicitud y laboratorio aportan una efectiva seguridad y minimizan el error más grave de la fase preanalítica. La trazabilidad total solo se consigue si las sucesivas etapas son registradas en sistemas automatizados.
Los dispensadores y etiquetadores automáticos de tubos apoyan el proceso de mayor impacto preanalítico como es la obtención de muestras.
El transporte, que debido a la centralización de laboratorios, ha adquirido gran importancia, puede beneficiarse de sistemas de radiofrecuencia para la medición de tiempos y temperatura, por la ventaja de identificar varios elementos a la vez.
Clasificadores y alicuotadores que controlen la recepción y distribución de muestras, y ayuden en la revisión de la calidad de la muestra.
Sistemas de destaponado y taponado y archivo de muestras en neveras inteligentes son dispositivos que, junto a la centrifugación, han ido incorporando las cadenas analíticas.
Muchas gracias Dra. Marzana.
Esperamos profundizar más en estos asuntos durante su colaboración en nuestro Workshop en LABCLIN.